Esta ruta la hicimos en primavera pensando encontrarnos los cerezos en flor y disfrutar de esta visión, cosa que no ocurrió o por lo menos como esperábamos, La ruta comienza en el pueblo de Alfarnate, como a 1 hora de Fuengirola, transcurre por calles, senderos, carriles y un tramo de carretera, la verdad que aunque no fue lo que íbamos buscando al final no nos defraudo, al comienzo de la ruta nos encontramos con algunos compañeros de mi club que también iban a hacer la misma ruta, la ruta empieza al final de una calle de una especie de polígono desde donde buscamos un pequeño sendero que transcurre paralelo al pueblo y que nos lleva hasta las inmediaciones del río Sabar al que llevaremos durante una parte del recorrido a nuestra derecha, poco antes había llovido bastante en la zona y aún se podía ver la anchura y la altura que llegó a llevar el cauce y la fuerza con la que arrastró las cosas que se encontró a su paso, poco a poco nos vamos separando de el para empezar a subir hacia una zona de arboleda mediterranea por la que anduvimos un buen rato en dirección hacia Alfarnatejo, justo por esta zona mirando abajo a la derecha pudimos ver la única finca con cerezos y se hallaba bastante lejos de nosotros, justo cuando empezamos a ver el pueblo giramos a la izquierda por una pista que si no andas pendiente se queda atrás como nos pasó a nosotros, esta pista nos llevará hasta Cortijo Lagar de Olmedo, donde tomamos unas viandas y departimos con unos compañeros de caminos de Córdoba (Seguimos Caminando) que nos invitaron a tomar un vino con ellos y con los que intercambiamos nuestras chapas por las suyas, trás la foto de rigor continuamos por un pequeño sendero que al final se pierde y que viene a dar a un carril que lleva a una antenas a la izquierda y al pico El Vilo a la derecha, nosotros cogemos de frente por el carril que nos llevará de vuelta al pueblo, entraremos por la zona de la piscina municipal donde paramos a rellenar de agua las botellas ya que nos hizo un día bastante caluroso a pesar de estar a finales de abril, por lo que os recomiendo llevar agua abundante en días de calor ya que no hay otro punto para rellenar las botellas.
En definitiva una bonita ruta, SIN CEREZOS, pero con otros alicientes, los niños la disfrutaron y nosotros al verlos contentos.
Ruta nivel bajo y que se puede hacer en cualquier época, en verano con precauciones por el sol y la deshidratación.
NO APTO CON CARRITOS
NOS VEMOS EN LAS MONTAÑAS.
